Rima XI

Un amor no correspondido y dolido por sus diferencias, esto intenta expresar el autor de este poema mostrándonos su tristeza, melancolía y soledad al buscar una respuesta “¿a mi me buscas?,¿a mi me llamas?” una respuesta que no le agradara.

-Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma esta llena.
¿A mi me buscas?
-No es a ti, no.

-Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternuras guardo un tesoro.
¿A mi me llamas?
-No, no es a ti.

-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
-¡Oh ven, ven tú.
Gustavo Adolfo Bécquer

Rima XXI

Esta rima es profundamente lirica y romántica, el autor expresa una conexión emocional personal y personifica la poesía de modo que resalta la idea de que el amor y las conexiones personales son formas sublimes de poesía.

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Gustavo Adolfo Bécquer

Rima LIII

Melancolía y perdida, estos son los sentimientos que mas se encuentran en esta obra, el autor abarca la idea del tiempo, utilizando recursos naturales como son las golondrinas y las madreselvas para simbolizar la rapidez del tiempo y lo inevitable que es la muerte.

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
 
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
¡esas… no volverán!.
 
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
 
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
¡esas… no volverán!
 
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
 
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…; desengáñate,
¡así… no te querrán!
Gustavo Adolfo Bécquer

Rima LVI

Monotonía y cansancio por la vida, el poema trasmite la idea de que los días transcurren de forma repetitiva sin cambios significativos, Hoy como ayer, Mañana como hoy, !Y siempre igual¡, se repite mucho el sentimiento de estancamiento y la falta de un propósito sintiendo que sólo esta existiendo.

Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar… andar.

Moviéndose a compás, como una estúpida
máquina, el corazón.
La torpe inteligencia del cerebro,
dormida en un rincón.

El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe,
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.

Voz que, incesante, con el mismo tono,
canta el mismo cantar,
gota de agua monótona que cae
y cae, sin cesar.

Así van deslizándose los días,
unos de otros en pos;
hoy lo mismo que ayer…; y todos ellos,
sin gozo ni dolor.

¡Ay, a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
Amargo es el dolor, ¡pero siquiera
padecer es vivir!
Gustavo Adolfo Bécquer

¿De donde vengo? – Rima LXVI

El poema enseña un enfoque oscuro y misterioso en el cual se presenta a la vida como un viaje directo hacia la muerte y el olvido en donde da la idea de que morir no es mas que un paso inevitable y obligatorio a vivir.

¿De dónde vengo?… El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
Gustavo Adolfo Bécquer

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